«Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.» 1 Tesalonicenses 5:23
Aquí se nos enseña que somos seres "tripartitos" o compuestos de tres partes. Y como fuimos creados para adorar a Dios, debemos hacerlo como dice la escritura: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.» Lucas 10:27.
Nuestra alma es aquella parte de nuestro ser con la cual reconocemos sus bondades y por lo que le alabamos y bendecimos. «Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.» Salmos 103:1.
Cuando nuestra alma no alaba es porque está presa. «Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre» Salmos 142:7.
Nuestro espíritu es con el cual podemos adorar a Dios. «Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.» Juan 4:24.
Y con nuestro cuerpo le servimos. «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.» Romanos 12:1.
Cuando no servimos nuestro cuerpo es esclavo, cuando no alabamos nuestra alma está presa y cuando no adoramos nuestro espíritu está muerto. Y DIOS NO ES DIOS DE MUERTOS SINO DE VIVOS.
Aquí se nos enseña que somos seres "tripartitos" o compuestos de tres partes. Y como fuimos creados para adorar a Dios, debemos hacerlo como dice la escritura: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.» Lucas 10:27.
Nuestra alma es aquella parte de nuestro ser con la cual reconocemos sus bondades y por lo que le alabamos y bendecimos. «Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.» Salmos 103:1.
Cuando nuestra alma no alaba es porque está presa. «Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre» Salmos 142:7.
Nuestro espíritu es con el cual podemos adorar a Dios. «Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.» Juan 4:24.
Y con nuestro cuerpo le servimos. «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.» Romanos 12:1.
Cuando no servimos nuestro cuerpo es esclavo, cuando no alabamos nuestra alma está presa y cuando no adoramos nuestro espíritu está muerto. Y DIOS NO ES DIOS DE MUERTOS SINO DE VIVOS.