Hubo un siervo, quien ya está con el Señor, y que estaba pasando por un periodo de mucha angustia; era una convención, a él le tocaba predicar, mientras se cantaba un himno para entregarle la parte, el poder de Dios descendió, una hermana subió a la plataforma y le entregó un papel a ese siervo sufriente, él lo leyó y cayó postrado. Cuando se levantó le entregaron el micrófono y el testificó de lo angustiado que se encontraba y dio lectura al papel que la hermana le había entregado, decía lo siguiente: "en la medida de tus sufrimientos, usaré tu vida".
Y yo te recuerdo: "Bástate mi gracia, porque en tu debilidad mi potencia se manifiesta"
Y "diga el débil, fuerte soy".
"TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE"
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