viernes, 5 de febrero de 2016

EL PROCESO DE RENOVACIÓN

«pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.»Isaías 40:31.
“El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años; el Águila escoge pareja para toda la vida, tiene una visión tal que distingue una presa desde una altura de mil pies, es el único ser viviente que puede mirar directamente al sol sin ser deslumbrada, no come carroña. Pero a los 40 años debe tomar una seria y difícil decisión, porque sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas, de las cuales se alimenta.
Su pico largo y puntiagudo se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas; volar se hace ya tan difícil!
Por tanto, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.
Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo; luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una de sus uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, empieza a desplumar sus plumas viejas.
Finalmente, después de 5 meses sale para su vuelo de renovación y a vivir 30 años más.
En nuestras vidas, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vuelo de victoria; debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causan dolor. 
Imitemos al Águila pues ella tiene mucho que enseñarnos.
Pastor Jose D. Muñoz

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